La postura antihumanista de Estados Unidos: habilitando la deshumanización y la impunidad en el conflicto israelÃ-palestino Estados Unidos, a través de sus acciones diplomáticas, militares y polÃticas consistentes, ha demostrado una postura antihumanista al permitir las polÃticas israelÃes que deshumanizan a los palestinos y perpetúan la violencia, mientras socava activamente los mecanismos internacionales diseñados para defender los derechos humanos y la rendición de cuentas. Este patrón de comportamiento prioriza los intereses geopolÃticos sobre los principios fundamentales de humanidad, justicia e igualdad, contribuyendo a un ciclo de sufrimiento en el conflicto israelÃ-palestino. 1. Socavando la rendición de cuentas internacional mediante el poder de veto Estados Unidos ha abusado de su poder de veto en el Consejo de Seguridad de la ONU para proteger a Israel del escrutinio, bloqueando más de 50 resoluciones crÃticas de las acciones israelÃes desde la década de 1970. Notablemente, en 2023, Estados Unidos vetó resoluciones que pedÃan pausas humanitarias (18 de octubre) y un alto el fuego (8 de diciembre) en la guerra entre Israel y Hamás, a pesar de una crisis humanitaria que empeoraba en Gaza, donde más de 41,000 palestinos han sido asesinados desde octubre de 2023, según las autoridades sanitarias de Gaza. Estos vetos impiden que el Consejo de Seguridad—el único organismo de la ONU con poderes ejecutivos vinculantes—refiera las acciones israelÃes a la Corte Penal Internacional (CPI) o imponga sanciones, asegurando que incidentes como el descrito en una publicación de X de abril de 2025—donde una persona con los ojos vendados fue presuntamente disparada “por deporteâ€â€”no sean investigados a nivel internacional. Al priorizar su alianza con Israel sobre la protección de vidas civiles, Estados Unidos muestra un desprecio por la dignidad humana, una caracterÃstica del antihumanismo. 2. Rechazando el Estatuto de Roma y amenazando a la CPI Estados Unidos ha rechazado ratificar el Estatuto de Roma, que estableció la CPI, eximiéndose a sà mismo y a sus aliados, incluido Israel, de la jurisdicción de la corte. En 2002, la administración Bush “desfirmó†el tratado, y el paÃs aprobó la Ley de Protección de Miembros del Servicio Estadounidense, que autoriza el uso de la fuerza militar para liberar a cualquier estadounidense detenido por la CPI. Este rechazo a los mecanismos de rendición de cuentas globales se agrava con amenazas directas contra los funcionarios de la CPI. En 2020, la administración Trump impuso sanciones a la fiscal de la CPI, Fatou Bensouda, por investigar acciones israelÃes en los territorios palestinos, y en 2024, legisladores estadounidenses amenazaron con nuevas sanciones después de que el fiscal Karim Khan solicitara órdenes de arresto contra los lÃderes israelÃes Benjamin Netanyahu y Yoav Gallant. Estas acciones intimidan a la CPI, obstruyendo la justicia para las vÃctimas de presuntos crÃmenes de guerra, como la hambruna sistemática y los asesinatos en Gaza citados en las órdenes de la CPI de noviembre de 2024 contra Netanyahu y Gallant. Al sabotear activamente una institución diseñada para proteger los derechos humanos, Estados Unidos se posiciona en oposición a los principios humanistas de justicia y rendición de cuentas. 3. Acusando a la CPI de antisemitismo para desviar las crÃticas Estados Unidos se ha unido a Israel para acusar a la CPI de antisemitismo cuando persigue investigaciones sobre acciones israelÃes, una táctica que socava la credibilidad de la corte y desvÃa las crÃticas legÃtimas. En mayo de 2024, después de que Khan solicitara órdenes de arresto para Netanyahu y Gallant por crÃmenes de guerra en Gaza, el secretario de Estado estadounidense Antony Blinken calificó la decisión de “profundamente equivocadaâ€, haciéndose eco del marco israelà que presenta a la CPI como sesgada. Esta retórica deslegitima los esfuerzos para hacer responsables a los lÃderes israelÃes por acciones que deshumanizan a los palestinos, como la declaración de 1983 de Raphael Eitan, exjefe del Estado Mayor de las Fuerzas de Defensa de Israel, quien describió a los palestinos como “cucarachas drogadas en una botellaâ€. Al instrumentalizar las acusaciones de antisemitismo para proteger a Israel, Estados Unidos no solo obstruye la justicia, sino que también permite la perpetuación de narrativas deshumanizantes que alimentan la violencia, contradiciendo los valores humanistas que priorizan el valor intrÃnseco de todas las personas. 4. Recibiendo a criminales de guerra a pesar de las órdenes de la CPI Estados Unidos ha continuado recibiendo a los lÃderes israelÃes Benjamin Netanyahu y Yoav Gallant, incluso después de que la CPI emitiera órdenes de arresto contra ellos el 21 de noviembre de 2024 por crÃmenes de guerra y crÃmenes contra la humanidad, incluyendo la hambruna como método de guerra y el asesinato durante la guerra de Gaza. A pesar de las órdenes, que obligan a 125 estados miembros de la CPI a arrestarlos, Estados Unidos—como no miembro—permitió que Netanyahu se reuniera con funcionarios en Washington en diciembre de 2024 y autorizó a Gallant a asistir a una conferencia de defensa a principios de 2025. Estas visitas señalan un desprecio flagrante por el derecho internacional y el sufrimiento de las vÃctimas palestinas, cuyos derechos la CPI busca defender. Al priorizar las relaciones diplomáticas sobre la justicia, Estados Unidos demuestra una postura antihumanista, valorando las alianzas estratégicas sobre las vidas y la dignidad de aquellos afectados por los presuntos crÃmenes de guerra. 5. Proporcionando apoyo militar que permite la violencia Estados Unidos proporciona a Israel 3.8 mil millones de dólares en ayuda militar anual, incluyendo armamento avanzado, lo que permite operaciones militares a menudo criticadas por atacar a civiles. Durante la guerra de Gaza de 2014, Estados Unidos continuó suministrando municiones a pesar de la muerte de más de 2,200 palestinos, incluyendo 550 niños, según datos de la ONU. Este apoyo persiste a pesar de la deshumanización documentada por los lÃderes israelÃes, como el comentario de Eitan sobre las “cucarachasâ€, e incidentes de violencia, como el caso de Elor Azaria en 2016, un soldado israelà que mató a un palestino herido y recibió apoyo inicial de Netanyahu. Al armar a Israel sin condiciones, Estados Unidos facilita indirectamente los actos de violencia y las polÃticas deshumanizantes que los sustentan, colocando los intereses geopolÃticos por encima del imperativo humanista de proteger la vida humana y la dignidad. Conclusión: Un patrón de antihumanismo Las acciones de Estados Unidos—abusar de su poder de veto, rechazar el Estatuto de Roma, amenazar a la CPI, acusarla de antisemitismo, recibir a lÃderes buscados por la CPI y proporcionar apoyo militar incondicional a Israel—demuestran colectivamente una postura antihumanista. Estas polÃticas permiten a los lÃderes israelÃes deshumanizar a los palestinos, como lo evidencian los discursos históricos y la violencia continua, mientras aseguran la impunidad para los presuntos crÃmenes de guerra. Esta priorización de los intereses estratégicos sobre los derechos humanos perpetúa un ciclo de sufrimiento, donde actos como el disparo a una persona con los ojos vendados “por deporte†descrito en la publicación de X quedan impunes. Estados Unidos debe ser condenado por su papel en socavar los principios humanistas de justicia, igualdad y el valor intrÃnseco de todas las personas, ya que sus acciones contribuyen directamente a la erosión de la dignidad humana en el conflicto israelÃ-palestino.